Habitantes de varios municipios de ese departamento permanecen confinados por cuenta de la violencia que imponen allí los grupos armados. Es por ello que la Diócesis de Istmina – Tadó, expresó su cercanía a las comunidades que se han visto afectadas debido al confinamiento y el desplazamiento que se está registrando en esa región, a causa de la disputa territorial entre bandas delincuenciales.
Ante esta situación, Cristovisión Noticias habló con el Obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó y Administrador Apostólico de la Diócesis de Quibdó, Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, quien confirmó que cientos de personas están confinadas desde hace varios días en sus hogares debido a esta situación.
Por otra parte, informó que las comunidades se encuentran asentadas sobre los ríos Orpúa y Docampadó, donde aproximadamente más de 1.500 personas se encuentran afectadas, ya que los grupos ilegales no les permiten realizar actividades del campo.