Tras desarrollar diversas jornadas de trabajo en Bogotá, los Obispos colombianos renovaron su compromiso de ser servidores de la esperanza ante las realidades del territorio nacional.
Por ello, a través de un comunicado manifiestan que les duele la fragmentación y polarización que afecta la convivencia, así como las profundas heridas causadas por la violencia, la corrupción, el narcotráfico y las economías ilícitas.
Además, llaman a todos los actores armados a cesar los atentados contra la vida humana y la naturaleza.
Asimismo, los Obispos promueven el diálogo pastoral y social, buscando mejores condiciones de vida para todos, especialmente para quienes sufren a causa de la injusticia social, la violencia y la pobreza.
Finalmente, desde la Conferencia Episcopal se ratifica el compromiso de sostener y animar la esperanza del pueblo colombiano, buscando el diálogo, la reconciliación y la paz.