La devoción a San José, sin embargo, debió esperar siglos hasta su gran expansión, como si él quisiera mantenerse discreto, prefiriendo que la atención se centrase en el culto a Jesús y de su Inmaculada Madre.
Como veremos en la excelente exposición retomada de la Enciclopedia Católica, a pesar de que no es extraño a la Iglesia desde los primeros tiempos el culto a San José y que durante la Edad Media experimentó éste un notable desarrollo, fue gracias a Santa Teresa de Jesús, devotísima suya, y al Carmelo por ella reformado como se comenzó a extender prodigiosamente, hasta el punto que los dos pasados siglos pueden a justo título ser llamados “la era josefina”, que culminó con la inserción del nombre del santo patriarca en el Canon de la Misa.
Ofreceremos, pues, a continuación esta oración para que encomiendes este mes a San José.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
¡Oh San José, a quien Jesús quiso someterse aquí en la tierra,
obedeció con diligencia y honró siempre con especial homenaje y amor!,
¿cómo en el cielo, donde tus méritos se ven recompensados, te negará Él algo?
Ruega por mí, San José, y obtén para mí estas gracias:
ante todo, la de detestar y huir seriamente de todos mis pecados;
especialmente, la de enmendar mi vida en esto, esto y esto;
que me consagre con empeño y constancia a la práctica de las virtudes,
en particular ésta y ésta; y la de ser librado de estas tentaciones (señalar),
de las ocasiones de pecar, que pueden conducir mi alma a la condenación eterna,
y de esta aflicción y miseria (señalar) si ello no se opone a la divina voluntad y a mi salvación.
En estas cosas como en todas las demás me someto y
me encomiendo al divino arbitrio y sus disposiciones y a tu paternal protección, ¡oh San José!
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
************
Publica: Coordinación de Prensa y Comunicaciones Canal Cristovisión
Fuente: Costumbrario Tradicional Católico
Síguenos en nuestras redes sociales