La Oficina de Prensa del Vaticano informó que el Santo Padre presentó un ataque aislado de broncoespasmo. En este sentido, se puntualizó que se inició ventilación mecánica no invasiva, con buena respuesta en el intercambio gaseoso. Además, se dio a conocer que el Papa permaneció siempre vigilante y consciente, colaborando en las maniobras terapéuticas. El pronóstico sigue siendo reservado, sin embargo, el boletín no menciona un “estado de salud crítico”.