El papa Francisco dejó a su paso por Colombia frases memorables grabadas en el corazón de cada uno de los feligreses colombianos y del mundo que escucharon con devoción cada una de sus enseñanzas de paz, reconciliación y perdón; Y, aunque estuvo en cuatro ciudades, no hay un solo rincón de nuestro país que no haya quedado impregnado de su sabiduría y humildad.
Así el objeto de la visita del Santo Padre a cada sector colombiano fue todo un hecho; como peregrino sembró la semilla de la paz no solo en la tierra sino en cada uno de quienes le escucharon, inclusive hasta los más indiferentes están replicando las frases que fueron dirigidas a cada grupo poblacional según la necesidad espiritual.
Estas son las frases más memorables.
A los jóvenes
"¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que se propongan! ¡No le teman al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande!", dijo el jueves s en la Plaza de Bolívar en Bogotá.
"No se dejen vencer, ni engañar, ni pierdan la alegría, ni la esperanza ni la sonrisa", frente de la Nunciatura Apostólica a quienes han sido rescatados de la calle y las drogas.
"las nuevas generaciones las únicas capaces de cambiar esta sociedad"
"¡No le teman al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande!".
“También vuestra juventud los hace capaces de algo muy difícil en la vida: perdonar”.
A las víctimas del conflicto armado
“Ustedes llevan en su corazón y en su carne las huellas de la historia viva y reciente de su pueblo, marcada por eventos trágicos, pero también llena de gestos heroicos, de gran humanidad”.
“La verdad no debe, de hecho, conducir a la venganza, sino más bien a la reconciliación y al perdón”.
“Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz”.
"Basta una persona buena para que haya esperanza, y cada uno de nosotros puede ser esa persona", lo que generó una enérgica y positiva respuesta del público.
"Sanemos aquel dolor y acojamos a todo ser humano que cometió delitos, los reconoce, se arrepiente y se compromete a reparar, contribuyendo a la construcción del orden nuevo donde brille la justicia y la paz", dijo en Villavicencio en un acto de reconciliación con víctimas y victimarios del conflicto armado.
A los Sacerdotes y a la Iglesia
“La Iglesia es ‘zarandeada’ por el Espíritu para que deje sus comodidades y apegos”. La renovación no nos debe dar miedo"
“El diablo entra por el bolsillo…”. No se puede servir a Dios y al dinero”.
El jerarca, quien en Bogotá recordó a los sacerdotes colombianos que ellos no son "políticos" sino "pastores", pidió al clero "involucrarse" en la defensa de los más débiles y a favor de la paz.
"No podemos aprovecharnos de nuestra condición religiosa y de la bondad de nuestro pueblo para ser servidos y obtener beneficios materiales", señaló por su parte en un hogar religioso.
A la paz
Reconciliarse, agregó, "es abrir una puerta a todas y a cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto", por lo que "cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza se convierten en las protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz".
“La búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos”.
"En este enorme campo que es Colombia, todavía hay espacio para la cizaña. Ustedes estén atentos a los frutos, cuiden el trigo y no pierdan la paz por la cizaña".
"Se trata de un acuerdo para vivir juntos, de un pacto social y cultural: A la cultura de la muerte, de la violencia, respondamos con la cultura de la vida, del encuentro", dijo sobre la firma de la paz.
“No es la ley del más fuerte, sino la fuerza de la ley, la que es aprobada por todos, quien rige la convivencia pacífica”.
A la familia
“La familia, soñada por Dios como el fruto del amor de los esposos, lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros”.
Al medio ambiente
"En este entorno maravilloso, nos toca a nosotros decir sí a la reconciliación; que el sí incluya también a nuestra naturaleza. No es casual que incluso sobre ella hayamos desatado nuestras pasiones posesivas, nuestro afán de sometimiento", indicó en Villavicencio ante unos 1.500 indígenas, que se reivindicaron como defensores de la madre tierra.
"La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes", agregó.
A Venezuela
"Un diálogo con todos", y envió un telegrama al presidente Nicolás Maduro en el que le pidió por la "solidaridad, justicia y concordia".
"Hago un llamamiento para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos", dijo al término del Ángelus en Cartagena.
El Papa Francisco concluyó su último mensaje afirmando que en Colombia, no es negociable la construcción de la paz, sino que es una exigencia: 'No nos quedemos en dar el primer paso, sino que sigamos caminando'. «Dar el primer paso» es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor.
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Publica: Coordinación de prensa y comunicaciones Canal Cristovisión