CARACTERÍSTICAS DE LA IGLESIA EN EL CONGO
En la República Democrática del Congo, no existe religión oficial. La inmensa mayoría de sus ciudadanos practican distintas modalidades de cristianismo, la más extendida sigue siendo el catolicismo, que fue introducido por los colonizadores europeos, principalmente portugueses, franceses y por último, los belgas. La presencia cristiana en este país comenzó en 1484 con la llegada de los portugueses esclavistas y el primer obispo del África negra fue ordenado en 1518, sin embargo, la jerarquía católica se estableció en 1959.
El centro religioso del país es Kinshasa, la capital, siendo su arzobispo Fridolin Ambongo Besungu desde su nombramiento el 1 de noviembre de 2018 y el papa Francisco le nombró miembro del Consejo de Cardenales el 15 de octubre de 2020.
La primera visita apostólica del sumo pontífice a la República Democrática del Congo, fue en el año 1980, con la visita de San Juan Pablo II y volvería en un segundo viaje en agosto de 1985.
Hay 47 circunscripciones eclesiásticas, de las cuales 6 son arquidiócesis y 41 diócesis.
El episcopado cuenta con 67 obispos: un cardenal, un nuncio apostólico, cinco arzobispos activos y dos eméritos, 35 obispos diocesanos, cuatro obispos auxiliares, dos administradores y 17 obispos eméritos.
A Pesar que el catolicismo es uno de las religiones más comunes en este país los congoleños adaptaron una de sus celebraciones,”ad experimentum” donde con el cambio de nombre del país en 1997, fue cambiado a rito congoleño, se trata, del «único rito inculturado de la Iglesia aprobado después del Concilio Vaticano II» en las celebraciones
según el rito congoleño «vibra una cultura y una espiritualidad animadas por canto por ejemplo en el Gloria todos los actores litúrgicos, acólitos, lectores o celebrantes bailan alrededor del altar cantan a ritmo africano, el sonido de los tambores y otros instrumentos musicales que constituyen un verdadero progreso en el mensaje Católico del alma Congoleña».