En el Rituale Romanum, un antiquísimo libro católico, existe una sección llamada “Bendición de cosas destinadas al uso ordinario”. Allí se listan muchísimos intenicones de oración. Pues en la misma sección pueden encontrar cómo bendecir medicina, queso, aviones…. y automóviles ¿Por qué bendecir un coche? Por una la sencilla razón de que si alguien lo usa todo el tiempo podría ser peligroso. Así que… ¿por qué no? Se supone que deberíamos consagrar todos los aspectos de nuestras vidas a Dios.
En la bendición que les mostraremos podrán encontrar interesantes conexiones con una historia bíblica: el pasaje en el que el diácono Felipe le predicó el Evangelio a un eunuco de Etiopía que leía un pasaje del Antiguo Testamento en un vehículo.
Sacerdote: Nuestro auxilio es el Nombre del Señor.
Todos: Que hizo el cielo y la tierra.
Sacerdote: El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu Espíritu.
Sacerdote: Oremos. Señor, escucha con bondad nuestras súplicas, y bendice este vehículo con tu santo poder. Confíalo a tus santos ángeles para que salven y defiendan de todos los peligros a cuantos van a viajar en él. Muéstrales el camino de la salvación, como otorgaste la fe y la gracia, por medio de tu servidor Felipe, a aquel hombre que iba sentado en su vehículo y leía las palabras sagradas. Concédeles finalmente que, practicando siempre las buenas obras con la ayuda de tu gracia, después de todas las vicisitudes del camino de esta vida, merezcan conseguir los gozos eternos; por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
El sacerdote ahora rocía agua bendita sobre el vehículo.
Si tienes un auto ¡Llama a un sacerdote y pídele que lo bendiga!
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Publica: Coordinación de Prensa y Comunicaciones Canal Cristovisión
Fuente: Church POP