Se dio a conocer el mensaje del Papa Francisco para este día, el cual se titula “No conviene que el hombre esté solo", allí el Santo Padre recuerda a quienes afrontaron sin compañía la pandemia provocada por el Covid-19, haciendo énfasis en los pacientes que no podían recibir visitas, los médicos y personal de apoyo.
Además, el Papa expresa que se une al sufrimiento y soledad de quienes, a causa de la guerra y sus trágicas consecuencias, se encuentran sin apoyo y sin asistencia, puntualizando que la guerra es la más terrible de las enfermedades sociales y son las personas más frágiles las que pagan el precio más alto.
Por otra parte, el Sumo Pontífice advierte que en los países que gozan de paz y cuentan con mayores recursos, el tiempo de la vejez y de la enfermedad se vive a menudo en la soledad y, a veces, incluso en el abandono, lamentando que esta realidad es consecuencia de la cultura del individualismo y el descarte. Por ello, recuerda que el primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y de ternura.
Al referirse a quienes padecen una enfermedad, temporal o crónica, el Papa Francisco les recuerda que no piensen nunca que son una carga para los demás, destacando que la condición de los enfermos nos invita a todos a frenar los ritmos exasperados en los que estamos inmersos y a redescubrirnos a nosotros mismos.
Adicionalmente, el Santo Padre manifiesta que en este cambio de época en el que vivimos, los cristianos están especialmente llamados a hacer suya la mirada compasiva de Jesús, cuidando a quienes sufren y están solos.
Finalmente, detalla que los enfermos, los frágiles y los pobres están en el corazón de la Iglesia y deben estar también en el centro de la atención humana y solicitud pastoral.
La Jornada Mundial del Enfermo tendrá lugar el próximo 11 de febrero.