Según informa el Episcopado colombiano, en medio de la compleja situación de confinamiento que se presenta en cinco municipios en la subregión del San Juan en el sur del departamento a causa de los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo, Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, Obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó y Administrador Apostólico de la Diócesis de Quibdó, manifestó que como Iglesia Católica afirman su propósito de acompañar con decisión y firmeza a las comunidades.
El prelado además extendió un llamado a las entidades departamentales, nacionales, internacionales y al gobierno nacional para que se le ponga fin a esta situación que se está volviendo común, detallando que el sufrimiento de niños y ancianos les tiene que llegar al corazón.
Asimismo expresa que a la población civil se la debe dejar libre y se debe permitir la llegada de auxilio inmediato.
Finalmente, el Obispo pide al Señor que este llamado en favor de los afectados por el conflicto se pueda realizar y que todos encuentren el camino de la reconciliación y la paz.